Para el BCE además los componentes de dicho indicador, los más vigilados, se mantuvieron en niveles elevados, lo que refuerza la idea de una rebaja más prudente de los tipos de interés por parte del ente el mes que viene.
La inflación de los precios al consumo en los 20 países que comparten el euro se situó en el 2,3 por ciento en noviembre, según los datos de la oficina de estadística europea Eurostat. Esta cifra es superior al dos por ciento del mes anterior y al objetivo del dos por ciento fijado por el BCE, pero está en línea con las expectativas.
La inflación aumentó principalmente por un efecto estadístico de base, ya que las cifras excepcionalmente bajas del año pasado fueron eliminadas de la serie temporal, sustituidas por valores aún relativamente modestos, pero algo más elevados, lo que dio lugar a una caída de los precios del 0,3 por ciento en el mes.
En cuanto a la inflación subyacente, principal objetivo del BCE a la hora de fijar los tipos de interés, se mantuvo estable en el 2,7 por ciento, ya que la ligera desaceleración de los costos de los servicios se vio compensada por el aumento de los bienes.
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