La presentación ocurrió en el Casco Histórico de esta capital, específicamente en el Palacio del Segundo Cabo, y forma parte de un conjunto de acciones dispuestas a mostrar y preservar esa impronta dejada por los italianos a su llegada a la isla caribeña.
«Voces sumergidas» posee la curaduría de Yanet Oviedo y Federica Fruttero, y es una creación iniciada por el artista en su primera visita a La Habana.
Según comentó Librio, se trata de grabaciones hechas en las calles de La Habana, fundamentalmente de pregones que tienen ciertas similitudes con los pregones de Palermo.
Esta obra conecta a dos capitales insulares con un gran patrimonio histórico: el de La Habana y el de esa capital de la región autónoma de Sicilia y de la Ciudad Metropolitana de Palermo.
Dicha urbe italiana está dotada de un considerable patrimonio artístico y arquitectónico que abarca desde restos púnicos hasta casas de estilo art nouveau, pasando por residencias de estilo árabe y normando, iglesias barrocas y teatros neoclásicos.
En julio de 2015 el conjunto «Palermo árabe-normando y las catedrales de Cefalú y Monreale» fue incluido en la lista del patrimonio de la Humanidad por la Unesco, todo un bien resguardado con celo y celebrado en Cuba gracias a esa interconexión de ambas naciones luego de la emigración hacia la isla.
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