El aporte a los ODS de Naciones Unidas resulta decisivo en cuestiones de salud, seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental, consideró el ministro de Medio Ambiente, Ciencia, Tecnología e Innovación de Ghana, en un artículo publicado este viernes por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Según estimó, el renovado interés por la energía atómica surge de la necesidad de contar con fuentes limpias, económicas y fiables para luchar contra el cambio climático.
Algunas innovaciones como los reactores modulares pequeños y los reactores avanzados de agua a presión sobresalen por sus posibles aplicaciones no eléctricas, como la desalación del agua y la producción de radioisótopos de uso médico, distinguió.
En opinión del especialista, los avances tecnológicos y los protocolos de seguridad ayudaron a mitigar las preocupaciones relativas a la seguridad, los costos elevados y la gestión de los desechos, tras accidentes como los de Three Mile Island (1979), Chernóbil (1986) y Fukushima (2011).
Uno de los principales ámbitos de crecimiento de la ciencia nuclear en los últimos 10 años es la medicina nuclear, en particular para el diagnóstico y tratamiento del cáncer, sopesó el también copresidente de la Conferencia Ministerial del OIEA sobre Ciencia, Tecnología y Aplicaciones Nucleares y el Programa de Cooperación Técnica, de 2024.
Al decir de Afriyie, la ciencia nuclear está desempeñando un papel transformador en regiones en desarrollo como África; en Ghaha, ilustró, su empleo en la agricultura permite la irradiación de alimentos y la mejora por inducción de mutaciones, para desarrollar cultivos resistentes a enfermedades.
Según recordó, estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señalan que un tercio de la producción mundial de alimentos se pierde a causa de las plagas y el deterioro, lo cual exacerba el hambre que sufren más de 700 millones de personas.
De cara al futuro, no debería restarse importancia al papel de la ciencia nuclear en la consecución de los ODS; eso subraya la importancia de la cooperación internacional y de contar con marcos reguladores más sólidos y mayores inversiones en infraestructura, especialmente en la gestión de desechos radiactivos, sustentó.
También, recomendó, hay que intensificar el desarrollo de recursos humanos en el Sur Global para formar trabajadores cualificados capaces de mantener y hacer avanzar estas tecnologías.
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