“Estoy convencida que la relación entre México y Estados Unidos será buena y de respeto, y que prevalecerá siempre el diálogo y la colaboración. Nuestra visión es el Humanismo Mexicano y la fraternidad entre los pueblos y todas las naciones del mundo”, expresó desde el norteño estado de Nuevo León.
Destacó que su país es el principal exportador hacia el vecino norteño, por lo que las economías de las dos partes se complementan, y subrayó que los tres territorios de América del Norte constituyen el 30 por ciento del Producto Interno Bruto mundial.
La gobernante citó datos del Peterson Institute for International Economics (PIIE), según los cuales el Tratado entre las tres naciones permite a las empresas estadounidenses que invierten en México volverse más productivas: por cada 131 empleos creados en sus filiales de aquí, generan 333 en Estados Unidos.
Asimismo, por cada 10 inmigrantes en la fuerza laboral de Estados Unidos, se crean uno o dos empleos para los propios estadounidenses, de acuerdo con el PIIE.
El 80 por ciento de los salarios que los trabajadores mexicanos ganan en aquel país se consumen allí, refirió la mandataria, al añadir que si dejaran de hacer esto, la economía de Estados Unidos se contraería en más de un punto de su Producto Interno Bruto.
“Eliminar el consumo de las y los trabajadores mexicanos, fíjense bien, sería equivalente -esto es una publicación académica-, a destruir el valor generado por la totalidad de la agricultura, la pesca y la silvicultura en los Estados Unidos”, apuntó.
Por otra parte, explicó, si la migración legal se redujera en 50 por ciento, a lo largo de 10 años, la deuda del seguro social en el país del Norte aumentaría 13 por ciento, sumando pérdidas de 1,5 billones de dólares en 75 años.
En cambio, de aumentar en 200 mil migrantes al año, la solvencia del seguro social en Estados Unidos se extendería por dos años incrementando sus reservas en 284 mil millones durante una década, añadió.
“Los migrantes que llegan sin documentos contribuyen en 13 mil millones de dólares al año al seguro social de los Estados Unidos debido a que la mayoría no reclama beneficios, el 92 por ciento de ese dinero termina beneficiando a las y los estadounidenses”, comentó.
Una carta enviada por Sheinbaum al mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump, tras su amenaza de elevar aranceles a los productos de México y otros países marcó la semana noticiosa aquí.
Trump prometió el pasado lunes subir esos impuestos a las mercancías provenientes de esta nación latinoamericana, Canadá y China desde el primer día de su administración, en represalia por la inmigración ilegal y el “crimen y las drogas”, según dijo.
En una misiva catalogada como firme por políticos, ciudadanos y medios de comunicación, Sheinbaum consideró que las amenazas y los aranceles no resolverán el fenómeno migratorio y el consumo de estupefacientes en el vecino norteño.
La dignataria aseveró que “se requiere de cooperación y entendimiento recíproco a estos grandes desafíos” y advirtió al futuro gobernante que “a un arancel vendrá otro en respuesta”.
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