Biden vino a la nación africana por invitación de su homólogo angoleño, João Lourenço, y fue recibido en el aeropuerto internacional “4 de Fevereiro” por el ministro de Relaciones Exteriores, Téte António.
Es la primera visita de un presidente estadounidense a Angola, luego de 30 años de relaciones bilaterales, y es la primera de Biden al continente africano.
Luanda recibe al mandatario con fuertes medidas de seguridad con prohibiciones de circulación en varias avenidas en diversos horarios y son visibles en casi todas las calles policías y miembros de las Fuerzas Armadas bien equipados.
También se cerraron comercios y se restringió la circulación marítima desde el Museo de la Esclavitud hacia la isla de Mussulo y viceversa y, según Novo Jornal, igualmente se emplean medios aéreos.
El Gobierno de la Provincia de Luanda estableció lo que denominan Tolerancia Puntual, tanto para el sector público como para el privado, de modo que los trabajadores podrán ausentarse al trabajo o percibir flexibilidad en los horarios durante los días 3 y 4 de diciembre.
Según el comunicado del Gobierno, esto no aplica a las actividades de servicios esenciales ni a aquellas que se realizan por turnos, y se justificó la medida “considerando la importancia de la llegada de varias entidades de mayor relevancia política y económica del mundo”.
La agenda oficial de Biden en Angola contempla las conversaciones con Lourenço en el Palacio Presidencial de Ciudad Alta y una visita al Museo de la Esclavitud, ambos en Luanda.
El día 4 de diciembre la comitiva del presidente estadounidense se trasladará a la provincia de Benguela, donde se realizará una Cumbre sobre el Corredor de Lobito, en la cual participarán también los presidentes de República Democrática del Congo, Zambia y Tanzania.
Los medios angoleños de comunicación calificaron de histórica la visita del mandatario del país norteño, a la vez que cifraron muchas esperanzas en las posibles ganancias desde el punto de vista político y económico.
A propósito de la visita, la Presidencia angoleña emitió un comunicado en el que señaló que la presencia de Biden servirá para un mayor reconocimiento del papel de Angola como líder regional.
Los dos países “trabajan juntos para superar una serie de desafíos críticos y apremiantes, como mejorar la infraestructura en África y aumentar las oportunidades económicas y el desarrollo sostenible en el continente”, añadió la nota.
La expansión de las tecnologías y la cooperación científica, el fortalecimiento de la paz y la seguridad, y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria son otras prioridades definidas en la relación estratégica de ambas naciones, según el comunicado.
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