Un comunicado firmado por relatores y analistas de derechos humanos del organismo reclamó más presión internacional al reconocer que la acción global concertada “marca la diferencia”.
“Hemos documentado que ha reducido el acceso de la junta a las armas que utiliza para atacar a los civiles”, aseguró el texto.
La acción selectiva ha demostrado ser efectiva aunque las medidas actuales resultan “groseramente inadecuadas y carecen de la coordinación y la orientación estratégica necesarias para brindar el apoyo que el pueblo de Myanmar necesita y merece”, precisaron los expertos.
Los firmantes reconocieron que por una parte las sanciones redujeron la adquisición de armas de la junta militar en el poder en un tercio, sin embargo, instaron a aumentar la asistencia a las organizaciones de la sociedad civil que documentan los abusos y prestan ayuda humanitaria.
“Los gobiernos y los donantes también deben incrementar significativamente la asistencia a las organizaciones de la sociedad civil que documentan los abusos de los derechos humanos, protegen a las poblaciones civiles y prestan ayuda humanitaria que salva vidas”, reclamaron además.
El comunicado fue divulgado poco después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de detención contra el general Min Aung Hlaing, jefe de las Fuerzas Armadas de Myanmar, acusado por crímenes de lesa humanidad contra los rohingya.
El tribunal encontró «motivos razonables» contra el también presidente interino por la deportación y persecución de esa minoría mayoritariamente musulmana.
Los cargos se derivan de presuntos delitos cometidos entre el 25 de agosto y el 31 de diciembre de 2017 por las fuerzas de Myanmar, en coordinación con otras policiales, guardias fronterizos y algunos civiles no rohingyas.
El general Min Aung Hlaing llegó al poder en febrero de 2021, tras derrocar al gobierno electo y detener a cientos de funcionarios, líderes políticos y activistas.
Su ascenso incluyó el desplazamiento de más de un millón de rohingyas para buscar refugio en Bangladesh, junto a innumerables relatos de atrocidades, incluidos los asesinatos sistemáticos de unos 10 mil hombres, mujeres, niños y recién nacidos rohingyas.
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