El Ministerio de Educación aprobó la medida «con el fin de proteger la salud de los estudiantes y personal educativo».
Ante la furia de las llamas, que llevan activas más de 10 horas en el Cerro Azul, las autoridades pidieron a la población mantener las puertas y ventanas cerradas y usar mascarilla para prevenir dificultades respiratorias.
El siniestro pudo haber sido provocado por un cortocircuito en la zona donde se ubican las antenas de radio y telefonía celular, según informó la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.
Más de 120 bomberos intentan sofocar las llamas, mientras un helicóptero de las Fuerzas Armadas ha realizado 20 descargas de 20 mil litros de agua.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), Guayaquil registra una ola de calor que facilita la propagación de incendios forestales.
Dos días atrás, en Guayaquil, otro incendio, registrado en Cerro Colorado, consumió 120 hectáreas de bosque seco en apenas dos horas.
En noviembre, y por unas dos semanas, el fuego afectó a las sureñas provincias de Azuay y Loja, incluidas áreas de parques nacionales.
mem/avr