En declaraciones a la prensa, el portavoz Jeremy Laurence confirmó que la Oficina documentó «incidentes extremadamente preocupantes que han provocado múltiples víctimas civiles, incluido un gran número de mujeres y niños».
«Esto es trágico, ya que muchos han vivido en la miseria desde el estallido del conflicto hace casi 14 años», dijo el vocero durante una rueda de prensa.
El representante pidió a las partes cumplir con sus obligaciones y responsabilidades en virtud del derecho internacional de los derechos humanos y el derecho humanitario para proteger a los civiles y la infraestructura civil.
«Es trágico que tantas personas hayan tenido que soportar tantas dificultades durante tanto tiempo», aseveró Laurence.
La declaración fue divulgada poco después de que los grupos afiliados a la organización terrorista Hayat Tahrir al Sham lanzaran una ofensiva a gran escala en las provincias de Alepo e Idlib, por primera vez desde 2016.
Sus miembros tomaron el control de toda la ciudad de Alepo, incluido el aeropuerto internacional y la base aérea de Kuweires, lo que no sucedía desde el estallido del conflicto armado en el país en marzo de 2011.
El lunes, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su alarma ante la escalada violenta al tiempo que pidió el retorno al proceso político facilitado por el organismo.
Las hostilidades en regiones como Alepo, Idlib y Hama acumulan decenas de víctimas civiles y graves daños a infraestructuras esenciales mientras miles de personas fueron obligadas a abandonar sus hogares, afirmó a la prensa el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
El vocero instó a las partes a proteger a los civiles y los bienes de carácter civil, incluso permitiendo el paso seguro a los civiles que huyen de la violencia, liderada por el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham y otras facciones armadas.
Asimismo, urgió a un cese al fuego al ratificar el compromiso de la ONU para permanecer y cumplir su cometido de asistir a los civiles atrapados en las hostilidades.
De acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas, desde septiembre más de 500 mil refugiados huyeron del Líbano a Siria.
Este año, al menos 16,7 millones de personas en Siria necesitarán asistencia humanitaria, la cifra más alta desde que comenzó la crisis en 2011.
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