Según la nota diplomática, alusiva a versiones periodísticas que aseguran que el presidente electo Donald Trump alista un plan de repatriación de indocumentados a Panamá, islas Turcas y Caicos, Bahamas y Granada, a la luz del Derecho Internacional, no hay obligación de recibir deportados de otras nacionalidades que no sean la panameña.
El Ministerio de Relaciones Exteriores se pronunció de esa manera ante noticias publicadas en medios estadounidenses sobre la posibilidad de enviar deportados a Panamá, aunque aclaró que el Gobierno no ha recibido ninguna comunicación oficial sobre dicha propuesta.
El mensaje agrega que la nación canalera desea mantener relaciones con Estados Unidos siempre en el marco de respeto mutuo.
“Esta Cancillería entiende claramente que nuestra principal misión es proteger los intereses de la República de Panamá”, subraya el texto.
La víspera, la cadena estadounidense de televisión NBC News informó que tres fuentes familiarizadas con los asesores de Trump indicaron que está preparando una lista de países que recibirían a los migrantes deportados aunque no sean sus naciones de origen.
En 2019, ya el Gobierno panameño descartó la posibilidad de firmar un acuerdo para convertirse en un «tercer país seguro» para albergar migrantes que solicitaran refugio en Estados Unidos, como impulsaba entonces la primera administración de Trump (2017-2021).
El futuro inquilino de la Casa Blanca prometió realizar la mayor deportación de migrantes en la historia del norteño país una vez asuma como presidente, el 20 de enero de 2025.
Por su parte, Panamá continúa con la deportación de viajeros ilegales a raíz de un memorando firmado con Estados Unidos el pasado 1 de julio, en su mayoría caminantes que cruzan la selva de Darién.
Según estadísticas del Servicio Nacional de Migración, este año han transitado por la jungla 298 mil 87 indocumentados rumbo a Norteamérica, cifra que refleja una disminución de 202 mil 143 personas comparada con el 2023, para un decrecimiento del 40 por ciento.
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