La iniciativa centrará su interés en la promoción de cultivos, productos alimenticios, ganadería y acuicultura sostenibles y resilientes, informaron la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.
El proyecto fue divulgado este viernes durante el Día de los sistemas agroalimentarios en la decimosexta Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (COP 16), en Riad, Arabia Saudita.
Según el anuncio, el programa canalizará 282 millones de dólares del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y unos mil 800 millones de cofinanciación hacia beneficios medioambientales globales para la biodiversidad, la tierra y el cambio climático, junto con beneficios socioeconómicos de mejora de la seguridad alimentaria, la nutrición y los medios de vida.
El emprendimiento tiene como metas los sistemas agroalimentarios de cuatro sectores; a saber, cultivos (maíz, arroz y trigo), productos básicos (cacao, aceite de palma y soja), ganadería y acuicultura.
Los beneficiarios, precisó la fuente, serán Angola, Argentina, Benín, Bhután, Burkina Faso, Chad, Chile, China, Costa Rica, Ecuador, Eswatini, Etiopía, Filipinas, Ghana, Granada e India.
También Indonesia, Islas Salomón, Kazajstán, Kenya, Malasia, México, Namibia, Nauru, Nigeria, Pakistán, Perú, Sudáfrica, Sri Lanka, Tanzanía, Türkiye y Uganda.
Al decir de la FAO, esperan que los países y las comunidades puedan elaborar y reforzar políticas, cadenas de valor, prácticas y planes de inversión para sectores agroalimentarios clave.
El propósito, detalló, es mitigar las emisiones de metano en las ramas ganadera y arrocera, así como la deforestación en actividades de la ganadería y la producción aceite de palma.
Al mismo tiempo, se pretende fomentar la acuicultura como fuente alternativa de proteínas e ingresos y la ordenación integrada del paisaje como alternativa al uso insostenible de la tierra para producir trigo y maíz.
El plan deberá contribuir, además, al fomento prácticas sostenibles para los productos alimenticios clave con el fin de garantizar beneficios medioambientales y económicos a largo plazo, estimó la FAO.
lam/mjm