La campaña es impulsada una década después del devastador brote de ébola ocurrido en el periodo 2014-2016 en África Occidental, en el que casi cuatro mil personas, incluidos alrededor de 280 trabajadores de la salud, murieron en Sierra Leona.
Este proceso que emplea la vacuna Ervebo y cuenta con el apoyo de Gavi, la Alianza para las Vacunas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los socios del Grupo Internacional de Coordinación para el Suministro de Vacunas, busca proteger a los trabajadores de la salud y, a la par, fortalecer la preparación para futuros brotes.
Está dirigida a 16 distritos del país para vacunar a los trabajadores de la salud, curanderos tradicionales, trabajadores sociales y de salud comunitarios, personal de laboratorio, conductores de mototaxis y fuerzas de seguridad que participarán en cualquier respuesta futura a un brote.
La vacuna Ervebo se ha administrado a más de 500 mil personas en todo el mundo y proporciona una protección cercana al 100 por ciento contra el virus del ébola.
“Esta campaña es crucial para reducir los riesgos que enfrentan los trabajadores de la salud cuando tratan casos no diagnosticados de ébola. Al vacunar a estos trabajadores de primera línea, podemos romper las cadenas de transmisión y evitar que los brotes se agraven”, dijo el doctor George Ameh, representante de la OMS en Sierra Leona.
Según los expertos, además de la vacunación dirigida a los trabajadores de la salud, existen mecanismos para distribuir rápidamente las vacunas al público en caso de que se produzca un brote.
Se ha creado una reserva mundial de vacunas contra el ébola, gestionada por el Grupo Internacional de Coordinación, para garantizar una entrega oportuna y permitir respuestas rápidas.
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