Así lo dio a conocer el mandatario durante la ceremonia de ascenso de 240 alféreces del Ejército Nacional al grado de subtenientes, del curso militar ‘Bicentenario Batalla de Ayacucho’, en la Escuela José María Córdova en el noroccidente de Bogotá.
De acuerdo con el jefe de Estado, el operativo en el que fallecieron los efectivos, en el municipio de Cáceres, se diseñó para abatir a un grupo que se preparaba en tácticas de combate para crear una fuerza clandestina con capacidad de enfrentar al Ejército.
Señaló Petro que se creía que fuera de las estructuras delictivas urbanas en la mentada región, el Clan del Golfo era incapaz de un enfrentamiento militar pero que “se estaban preparando para ser una fuerza con cierta capacidad militar y quedaron disueltos”.
El mandatario informó que hubo un bombardeo, confirmó la existencia de varios muertos del Clan del Golfo y también subrayó que la operación aún continua en los alrededores de Cáceres.
“Parece que en su estilo delictivo recibieron la indicación de sus jefes de cambiarse, de ponerse de civil y de salir a como fuera del lugar de la zona. Pensamos que habría cien concentrados, tenían ahí un punto de retorno que ellos mismos escogieron y no ha llegado la mayoría de la gente. Es decir, es probable que se hayan disuelto, precisamente, por el enfrentamiento que no esperaban de las Fuerzas Militares”, comunicó Petro.
Atribuyó una importancia clave a la ofensiva lanzada por el Ejército en Cáceres, en el norte de Antioquia, porque en esa región el oro se está convirtiendo en una fuente de financiación ilícita, en este caso en concreto, del llamado Clan del Golfo.
Sobre los uniformados fallecidos, Petro recalcó que murieron en un accidente lamentable y no que cayeron en combate.
Explicó que en medio de la operación soltaron la cuerda pensando que tocaban ya el suelo, y estaban frente a un abismo, cayeron en él y murieron en esa caída.
Petro refirió que la aeronave no podía aterrizar por la falta de visibilidad y los pilotos, a pesar de estar dotados de visores nocturnos, “no alcanzaron a detectar por los arbustos de la zona que lo que había allí abajo no era exactamente un suelo firme, sino un abismo”.
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