La primera celebración tendrá lugar a las 10:30, hora local, oficiada por el arzobispo de la capital francesa, Laurent Ulrich, en presencia del jefe de Estado anfitrión, Emmanuel Macron, y de mandatarios y personalidades de diversas partes del mundo.
Más de dos mil personas están invitadas a la misa en la imponente catedral situada a orillas del también patrimonial río Sena, construcción que en abril del 2019 estuvo a punto de sucumbir a un voraz incendio.
La segunda eucaristía en Notre-Dame se realizará a las 18:30, hora local, marcando el comienzo de la asistencia de público al evento de la religión católica en el que se renueva en el altar el sacrificio del cuerpo y de la sangre de Cristo.
Para la asistencia a las misas de esta tarde y durante la próxima semana, la Diócesis de París habilitó en su página un sistema de reservación gratuita en línea, con todas las plazas ofrecidas completas en menos de dos horas.
Anoche la catedral, uno de los símbolos de la Ciudad de la Luz, reabrió sus puertas tras un acto que rindió homenaje a los bomberos que la salvaron hace más de un lustro del colapso y a las personas que en todo este tiempo participaron o ayudaron a su reconstrucción y restauración.
Las piedras, la madera y los vitrales pudieron desaparecer, y nunca más hubiésemos escuchado las campanas de Notre-Dame de París, subrayó Macron en sus palabras de gratitud.
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