La nota del Ministerio de Asuntos Exteriores de la nación eslava precisa que el 2 de diciembre, el departamento diplomático recibió una nota de la misión sueca solicitando que la mantengan al corriente de la investigación contra los responsables detenidos.
La parte rusa, agregó la comunicación, sigue siendo fiel a su obligación de adoptar, en calidad de estado receptor, «todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad».
Igualmente recuerda que ese deber está recogido en el Artículo 22.2 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, «así que responderá debidamente al incidente».
La cancillería puntualizó que los cuerpos de seguridad «siempre actúan de manera profesional y eficaz» para atajar los actos de vandalismo y garantizar la seguridad de legaciones extranjeras, a diferencia de lo que ocurre con la protección de la embajada de Rusia en Estocolmo.
En más de una ocasión, añadió, Rusia llamó la atención de Suecia a «deficiencias de organización» en esa materia.
Así, se registraron 10 lanzamientos de botes de pintura desde drones sobre la embajada rusa en Estocolomo entre mayo y diciembre, el último en la noche del 28 al 29 de noviembre.
Según la parte rusa, la policía sueca no actuó, limitándose a levantar un acta por vandalismo y daños al patrimonio de la misión diplomática».
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