Hoy es el gran día en el que con “orgullo celebramos esa heroica epopeya que tuvo lugar allá en la Pampa de la Quinua, Perú, en la que nuestro Ejército Libertador, al mando del Gran Mariscal Antonio José de Sucre, liberó definitivamente a América del yugo español”, escribió el mandatario en Telegram.
Subrayó que ese fue un momento cumbre de nuestra historia que perdura por siglos. Maduró expresó que recordar “esta hazaña nos llena el pecho de admiración por los Padres y Madres de esta Patria, quienes hilvanaron la proeza, única en la historia de la humanidad, de construir ejércitos populares y forjar Repúblicas, echando de estas tierras al imperio colonial que sumergió el continente en siglos de oscuridad”.
Ahora más que nunca honramos la heroica y grandiosa gesta de nuestros libertadores y libertadoras que forjaron el destino glorioso de estas tierras, remarcó.
Significó que con esa misma pasión, nuestro pueblo libertario mantiene su espíritu permanente de lucha y conciencia patria, siendo leales defensores de la libertad, hermandad y la integración de todas las naciones de nuestra Patria Grande.
“¡Viva Ayacucho! ¡Viva Sucre! ¡Viva Bolívar!”, exclamó.
El ministro para la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino, al saludar la efeméride destacó que el magnánimo hecho de armas, ideado por el Libertador y comandado por Sucre, no solo selló la independencia de la nación andina, sino que encumbró a la campaña libertadora del Sur.
Destacó que esta marcó el fin y “expulsión definitiva del imperio español en nuestro continente, dando paso a la conformación de nuevas naciones decididas, irrevocablemente, a ser libres, soberanas e independientes, abonando los cimientos integracionistas que acrisoló el proyecto de la Gran Colombia”.
Padrino manifestó que 200 años después, “los soldados bolivarianos nos insuflamos de orgullo patrio al rememorar las proezas de aquel 9 de diciembre de 1824.
Recordó que aquel día “las indomables fuerzas patriotas, sobreponiéndose a las agrestes condiciones de un complejo sistema andino, esculpido con los ambientes telúricos más hostiles al que puede enfrentarse un hombre, lograron desarrollar geniales maniobras tácticas que hicieron resplandecer todo el ingenio, brillantez y liderazgo militar de El Abel de América”.
La gloriosa Batalla de Ayacucho, afirmó, dejó significativas lecciones de valor, determinación, tenacidad, sacrificio y de cómo se engrandece el heroico pueblo venezolano ante circunstancias adversas, y enfatizó que “continúan inspirando nuestras luchas anticolonialistas, antioligárquicas y antiimperialistas”.
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