Las dudas sobre la asistencia de la mandataria a la celebración, precedieron su anuncio de que no había podido viajar por el mal tiempo, pues llovía en la Pampa de Quinua, escenario de la batalla librada el 9 de diciembre de 1824, por un ejercito integrado por patriotas peruanos, venezolanos, colombianos y de otros países.
El viernes último, las organizaciones sociales integrantes del Frente de Defensa de Ayacucho advirtieron que su protesta se haría sentir si, como había trascendido, Boluarte llegaba a esa región andina que la responsabiliza por las diez muertes de ayacuchanos durante las protestas en su contra.
La ceremonia fue presidida por el ministro de Defensa, Walter Astudillo -quien sí llegó pese a la lluvia- quien anunció a los asistentes la obligada ausencia de la mandataria, recordó la gesta de hace dos siglos y enfocó su discurso en las Fuerzas Armadas.
Cientos de soldados se alinearon ante el estrado principal, mientras un gran número de policías y soldados mantenían a prudente distancia a miles de ayacuchanos asistentes
Boluarte saludó el aniversario en el patio central del Palacio de Gobierno y, según el diario La República, continuó “despotricando contra quienes no respaldan su Gobierno”, pues atacó a quienes protestaron desde diciembre de 2022 hasta marzo de 2023, lapso en el que murieron 50 civiles.
También defendió el sistema vigente y atacó, sin nombrarlos, a países que siguen políticas diferentes a la neoliberal reinante en Perú y llamó a la unidad nacional en torno a su gobierno y dentro de la política de su gobierno, que continuará, según dijo, hasta 2026.
El comentarista político César Campos, ajeno al progresismo, comentó que la mandataria parece carecer de capacidad de entender una realidad que se expresa en encuestas según las cuales tiene más de 90 por ciento, una de ellas publicada hoy.
Campos consideró muy posible que el rechazo popular a la mandataria motive presiones sociales que pueden frustrar el empeño de Boluarte de gobernar hasta julio de 2026.
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