La incursión de los desconocidos armados tuvo como escenario la aldea de Kafin Dawa, estado de Zamfara, y los raptados suman “más de 50”, según reportes aparecidos en los medios de prensa nigerianos que citan testigos presenciales.
Los mismos informantes dijeron que los asaltantes fueron casa por casa para seleccionar sus víctimas, en especial mujeres casadas y adolescentes, además de menores.
En respuesta, las autoridades centrales ordenaron el despliegue en el área de fuerzas adicionales de la Policía como forma de protección.
Los secuestros son utilizados por el grupo islamista Boko Haram, pero en este caso se trata de una de las pandillas de delincuentes sin fines políticos que asolan el norte del país y que el gobierno ha sido incapaz de eliminar a pesar de promesas del expresidente Muhamadu Bujari y el actual mandatario, Bola Tinubu.
Aunque Boko Haram extiende sus operaciones a países vecinos, tiene su cuartel general el noreste nigeriano donde son combatidos por el Ejército sin resultados visibles.
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