La violencia contra la mujer deja una herida profunda en la sociedad y afecta de manera directa a niñas, niños y adolescentes que pierden a su madre o hermana, lamentó Juan Enrique Quiñones, representante encargado de Unicef en esta nación andina.
Añadió la preocupación de esa entidad por cómo hasta mayo de 2024, un total de 199 niñas y adolescentes mujeres han muerto en Ecuador por femicidios, con una tendencia creciente en los últimos cinco años.
El estudio recomienda al Estado actuar urgentemente para evitar esas situaciones, “el silencio ya no puede continuar”, aseveró Quiñones.
La oficial de Inclusión Social de Unicef, Alexandra Escobar, precisó que desde que se tipificó el delito de femicidio en 2014, se han registrado mil 920 casos que han dejado a mil 817 niños y niñas en la orfandad.
Según argumentó Escobar, la mayor concentración de huérfanos está en la región de la costa y no hay registros que especifiquen el género ni la edad, sin embargo, aseguró que la mayoría pierden a su madre en edades tempranas.
Insistió en la necesidad de protección y reparación integral urgente para esos menores, cuya vida se trastoca por completo, pues no solo sufren la pérdida de su cuidadora, también la posible ausencia del padre cuando este es el femicida.
La presidenta de la Fundación Aldea, Geraldine Guerra, subrayó la necesidad de aplicar la normativa legal vigente para la protección de esos infantes afectados.
Ecuador registró al menos 215 femicidios entre el 1 de enero y el 15 de noviembre del presente año, de acuerdo con datos de organizaciones civiles divulgados el pasado mes a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
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