Tras un sismo de 5.8 de magnitud ocurrido el domingo último, cerca de 500 temblores estremecieron el municipio de La Unión Sur dañando viviendas, provocando la evacuación de edificios gubernamentales y afectaciones en las tuberías de agua de la zona, según una reseña del diario El Mundo.
Al menos 180 viviendas ya fueron dañadas por los casi continuos eventos, mientras crece la alarma ante la posibilidad de que esté por producirse algo de mayor envergadura, lo que autoridades consideran posible y por lo cual emiten alertas.
La alcaldesa de La Unión Sur, Victoria Gutiérrez, confirmó que al menos 180 casas resultaron dañadas por los sismos en los distritos de La Unión Sur.
El Centro de Gobierno de La Unión fue evacuado y las actividades fueron suspendidas luego que se descubriera una grieta de tamaño significativo en una de sus paredes. La alarma crece entre funcionarios y pobladores ante lo que no se ve ni se puede predecir, pues la madre tierra se sacude cuando quiere.
«Hay una evaluación preliminar para determinar daños en las paredes. Como una forma preventiva se han suspendido labores”, declaró Álvaro Figueroa un funcionario de Protección Civil, luego que la población sintió 114 movimientos de los 459 reportados.
La situación puede ser crítica pues la alcaldía de La Unión Sur, integrada por los distritos de Conchagua, El Carmen, Intipucá, La Unión, Meanguera del Golfo, San Alejo, Yayantique y Yucuaiquín, teme que se produzcan afectaciones mayores.
“Lo que sí hemos percibido de parte de la población es crisis nerviosa, más que todo en personas de la tercera edad”, manifestó Figueroa a medios de prensa.
La tensión crece entre los habitantes de la zona, parte del Cinturón de Fuego de que es parte El Salvador, y que es considerada de alta sismicidad algo que se acrecienta por un alto número de volcanes en el país, los cuales, de vez en cuando, se dejan sentir con emanaciones de gases, cenizas y fumarolas, como el Chaparrastique en el departamento de San Miguel.
Si en ocasiones el cielo amenaza con lluvias y tormentas, ahora es la tierra que en su acomodo, quien sabe por qué, tal vez dolida por tanta explotación de los recursos, lanza un mensaje al sacudirse.
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