Por Nara Romero Rams
El presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan, sentó en la misma mesa de conversaciones a su homólogo somalí, Hassan Sheikh Mohamud, y al primer ministro etíope, Abiy Ahmed, en Ankara para limar las asperezas, centrarse en el futuro y olvidar el pasado. «Los pueblos de la región tienen la sabiduría de superar los desafíos a lo largo de la historia. Y con la declaración conjunta acordada, esperamos que fomente la cooperación, el desarrollo económico y la prosperidad, y sea una base sólida para que esto suceda», declaró Erdogan tras la firma de la declaración conjunta.
Ahmed, por su parte, reconoció que, como países vecinos, Etiopía y Somalia han mantenido relaciones durante siglos. No solo somos vecinos, sino hermanos cuyos destinos han estado unidos por la sangre, señaló.
“Los etíopes y los somalíes no sólo compartimos una ascendencia, un idioma y una cultura comunes, sino que también estamos unidos por el sacrificio de sangre que han pagado miles de soldados etíopes en defensa de la seguridad del Estado de Somalia frente a las fuerzas terroristas”, agregó.
Recordó que, en los últimos seis años, Addis Abeba reafirmó su compromiso con la integración regional no sólo en términos de necesidades inmateriales sino también sin palabras. Creo firmemente, al igual que mi gobierno, que el crecimiento y la estabilidad de las regiones del Cuerno de África se basan en el desarrollo mutuo.
“Permítanme afirmar aquí una vez más que la aspiración de Etiopía de un acceso seguro y fiable al mar es una aventura pacífica y beneficiará a todos nuestros vecinos”, añadió.
Mohamud comentó que Etiopía y Somalia son dos países vecinos con intereses mutuos en cooperar y construir un futuro próspero
“Somalia, como lo ha sido, seguirá siendo un verdadero amigo de Etiopía en el futuro y en los años venideros. Para que esa relación beneficie a nuestro pueblo, pertenecemos a una región donde la paz y la estabilidad son la primera prioridad para la vida de nuestro pueblo”, subrayó.
Apreció también los sacrificios que hicieron las fuerzas etíopes en Mogadiscio en el marco de las misiones de mantenimiento de la paz de la Unión Africana hace muchos, muchos años, muestra de la interconexión entre sus pueblos.
“Etiopía y Somalia tienen más cosas en común que diferencias. Nuestras diferencias son muy limitadas, pero nuestras cosas en común son muchas. Intentaremos y haremos todo lo que sea necesario para avanzar y beneficiar a nuestros pueblos”, aseveró.
En materia regional, el mandatario somalí afirmó que el Cuerno de África necesita de esa colaboración, teniendo en cuenta su volatilidad. Tenemos muchas oportunidades de prosperidad y trabajaremos juntos para asegurarnos de que nuestros pueblos vivan y aprovechen esas oportunidades, concluyó.
Etiopía y la región semiautónoma de Somalilandia firmaron el 1 de enero pasado un memorando de entendimiento que concede a Addis Abeba 20 kilómetros de acceso al Golfo de Adén y al Mar Arábigo por un periodo de 50 años.
A cambio, debe reconocer de manera formal a Somalilandia, que autoproclamó su independencia de Somalia en 1991, sin que hasta la fecha las Naciones Unidas reconozca a esa región como Estado nacional.
Somalia rechazó el acuerdo y convocó a la ONU, la Unión Africana, la Liga Árabe y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo a defender su derecho a proteger su soberanía y obligar a Etiopía a adherirse a las leyes internacionales.
En julio pasado, por invitación de su homólogo turco, Hakan Fidan, el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Etiopía, Taye Atske-Selassie, y el de Somalia, Ahmed Moallim Fiqi, sostuvieron en Ankara un diálogo sincero, cordial y prospectivo sobre sus diferencias y exploraron vías para abordarlas dentro de un marco mutuamente aceptable.
Debían reunirse para una segunda ronda de conversaciones el 19 de septiembre para tener una segunda ronda de discusiones, pero fue pospuesta debido a compromisos previos en Asamblea General de las Naciones Unidas.
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