La designación llegó ocho días después de que el mandatario aceptara la renuncia del conservador Michel Barnier, blanco de una moción de censura en la Asamblea Nacional que hizo caer a su gabinete, en un contexto de rechazo al proyecto de ley de Presupuesto para el 2025 por su impacto en los sectores populares y la clase media.
Bayrou, de 73 años, preside el partido Movimiento Demócrata y es el alcalde de Pau, con su nombre que sonaba desde hace varios días.
Macron señaló hace una semana su intención de encargarle al nuevo primer ministro la formación de un “gobierno de interés general”, que aglutine a la mayor cantidad de fuerzas posibles, de manera que pueda evitar otra censura en la cámara baja, donde la izquierda y la extrema derecha se combinaron, pese a sus distancias ideológicas, para derribar a Barnier.
El jefe de Estado realizó un proceso de consultas con los partidos, en el cual no participaron La Francia Insumisa y Agrupación Nacional, tildados por el oficialismo de “los extremos”, de izquierda y de derecha, respectivamente.
A partir de la diversidad de alianzas y partidos con presencia importante en la Asamblea Nacional, ninguno de ellos con la mayoría absoluta, el peligro de otra moción de censura constituye una espada de Damocles permanente en suelo galo.
Una misión clave de las nuevas autoridades encabezadas por Bayrou será trabajar en el Presupuesto del Estado para el 2025, ya que la caída del gabinete de Barnier marginó al proyecto presentado.
La próxima semana llegará al Parlamento una ley especial de Presupuesto para evitar la parálisis del país, texto temporal hasta que el nuevo gobierno introduzca un proyecto de gastos.
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