La medida supone la congelación de activos, la prohibición de viajar y el embargo de armas a las personas y grupos asociados a las autoridades de facto.
De acuerdo con la representante especial de la ONU en la nación, Roza Otunbayeva, las autoridades de facto han continuado «persiguiendo resueltamente su visión de un sistema islámico y su interpretación de la cultura afgana, y uno que sigue caracterizándose por restricciones sin precedentes a las mujeres y las niñas».
En otro encuentro del principal órgano para la paz del planeta sobre el contexto en la nación, celebrado el jueves, la funcionaria advirtió que la presión y la condena no parecen estar funcionando.
«Si se llevan a cabo sin un compromiso de principios orientado hacia el futuro, conducirá al aislamiento de Afganistán. El aislamiento no es la solución, y debemos seguir comprometiéndonos para fomentar la confianza en beneficio del pueblo afgano», consideró no obstante.
Representantes de la ONU calificaron como preocupantes los anuncios de los talibanes para recrudecer las limitaciones de las mujeres y las niñas con medidas como el edicto de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, anunciado en agosto o su decisión informada de suspender la educación médica para féminas en todas las instituciones educativas.
En total, las autoridaes afganas adoptaron más de 80 edictos considerados discriminatorios por su objetivo de silenciar sus voces y completar la eliminación de todas las mujeres y niñas.
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