A principio de semana fue confirmado que no fueron 110 los ancianos muertos, sino 186 en una masacre protagonizada por un jefe influenciado por un sacerdote vudú en el sector Wharf Jeremie de Cité Soleil en Puerto Príncipe.
El hijo del gánster Micanor Altes alias Wa Mikano estaba muriendo, y el líder religioso le dijo que su desgracia era debido a que los practicantes de la brujería lanzaron un hechizo mortal contra su descendiente, y lo enfermaron hasta dejarlo moribundo.
Este chico murió, y su padre en venganza localizó a todos los brujeros que pudo, y con su banda y a filo de machete acabó con esas personas mayores.
Las pandilleros también mataron a 12 personas, entre ellas, dos niños en Petite-Rivière-de-l’Artibonite a 118 kilómetros de Puerto Príncipe.
El crimen colectivo fue protagonizado por miembros de la banda «Gran Grif» a pocos días de que la Policía Nacional de Haití anunciara la recuperación de la comisaría local.
Bandidos armados abrieron fuego contra un minibús procedente de Saint-Marc con destino a Puerto Príncipe.
Como consecuencia de este ataque, ocurrido en la localidad de Montruis cinco pasajeros y el conductor fueron asesinados a tiros.
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