El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) detalló que del total en esos departamentos, 50 animales se recuperaron de la infección del parásito, seis se mantienen activos y solo se registra un fallecimiento.
También, añadió, 48 corresponden a ganado, cinco ovejas, un cerdo y un perro, en correspondencia con que el gusano (la larva de la mosca Cochliomyia hominivora) afecta a animales de sangre caliente e incluso puede llegar a propagarse a humanos.
De acuerdo con la cartera, la alerta nacional adoptada el 29 de octubre a causa del brote de esta plaga después de 20 años sin registro permitió el control de la mayoría de los casos.
El MAGA divulgó antes la dispersión de 40 millones de moscas estériles con sobrevuelos en el área, una acción de gran utilidad para cortar con el ciclo de reproducción de la causante del gusano barrenador del ganado, entre otras.
En la frontera de nuestro país con Honduras están las parrillas de distribución, explicó días atrás el titular de ese organismo, Mynor Estuardo Estrada.
Desde fines de agosto último la tierra del quetzal intensificó la prevención para proteger al sector pecuario, tras el retorno de la parasitosis a Centroamérica.
En cualquier lado donde esté expuesta una herida ―fresca y seca―, allí llega la hembra de la mosca, coloca sus huevos y las pupas comienzan a alimentarse del tejido, explicaron los especialistas.
Datos del MAGA dan cuenta de que en Guatemala la masa ganadera la conforman millón 700 mil cabezas, divida entre vacuno y lechera.
En el pasado, este gusano provocó pérdidas económicas superiores a los 100 millones de dólares al año en el sur de Estados Unidos y México.
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