La nota precisa que en ese período se destaca que un dron kamikaze con carga explosiva artesanal fue interceptado cerca de una instalación de abastecimiento de agua, pero los artificieros le desconectaron los mecanismos de control y retiraron sus componentes para utilizarlos más adelante.
También se subraya que no hubo víctimas entre la población civil ni daños causados a la infraestructura.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas situadas a gran distancia de la línea del frente.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
También el territorio de Crimea, que en 2014 se separó de Ucrania para reincorporarse a Rusia, es uno de los blancos predilectos para ataques e intentos de sabotaje por parte del Ejército ucraniano.
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