Le semana pasada, el periódico Politico informó, citando fuentes propias, que el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, estudiaron el posible despliegue de fuerzas de paz de ciertos países europeos en el territorio ucraniano después de terminado el conflicto.
Sin embargo, el propio Tusk afirmó más tarde que Polonia no enviará tropas a Ucrania, ni siquiera tras un alto al fuego.
Rusia desarrolla desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, con el objetivo de proteger a la población de «un genocidio por parte del régimen de Kiev» y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OATN) hacia el este.
Las tropas ucranianas son apoyadas militarmente por esta alianza de 32 países con Estados Unidos al frente.
A mediados de junio pasado, Putin formuló varias condiciones clave para iniciar las negociaciones de paz, en particular, que Ucrania retire las tropas de cuatro nuevos territorios rusos (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie).
Igualmente persigue que Kiev desista de adherirse a la OTAN y mantenga el estatus neutral, no alineado y no nuclear; y que además se levanten todas las sanciones contra Rusia.
El mandatario ucraniano, Vladímir Zelenski, rechazó la propuesta, calificándola de ultimátum.
Durante más de dos años y medio, Ucrania condicionó el cese de las hostilidades a la recuperación de todos los territorios, incluida Crimea, que se unió a Rusia en marzo de 2014.
Sin embargo, el presidente Zelenski admitió en una entrevista con el canal de televisión Sky News a finales de noviembre la posibilidad de alcanzar un alto el fuego si los territorios bajo control de Kiev quedan «bajo el paraguas de la OTAN» y recuperar el resto luego por la vía diplomática.
La última ronda de conversaciones entre Moscú y Kiev para lograr un acuerdo de fin de las hostilidades, tuvo lugar el 29 de marzo de 2022 en la ciudad turca de Estambul, y desde entonces los países no han vuelto a retomarlas.
Moscú en repetidas ocasiones se declaró dispuesto a reanudar el proceso negociador con Kiev, pero lo condicionó a la cancelación del decreto ucraniano que prohíbe retomar las negociaciones con Rusia.
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