Esta expoventa – que parecía que solo quedaría en un sueño debido a una ola de violencia que angustia a Puerto Príncipe-hizo triza cualquier mal augurio, pues en el emblemático hotel Karibe caminar casi era imposible.
La mirada del público pasaba de la pintura a la escultura en los más diversos materiales y estilos.
El metal tallado, las cestas, la moda con una tendencia ultramoderna mezclada con la más genuina tradición también seducían a los participantes, que mostraban su asombro ante una orfebrería de lujo.
Un ambiente -matizado por los embriagadores olores de la gastronomía popular- justificaba quizás, lo que pudiera ser el slogan de la cita artística » la artesanía de fiesta».
Cuando Prensa Latina abandonó el recinto ferial, una caravana de automóviles y personas a pie con una notable elegancia iban rumbo al Karibe, donde le quedaba poco tiempo a uno de los eventos más pintorescos en el país antillano en 2024.
La feria demostró que a despecho de la violencia el espíritu creativo sigue vivo en Haití, muchos de los artesanos perdieron a su clientela, pero siguieron haciendo arte en medio del caos.
mem/joe