El encuentro coincide con la visita al país de altos funcionarios de la ONU para intercambiar con las nuevas autoridades en la búsqueda de colaboración para ampliar la asistencia humanitaria.
La víspera, el secretario general de la ONU, António Guterres, insistió en el necesario apoyo de la comunidad internacional tras confirmar un encuentro entre el subsecretario de Asuntos Humanitarios, Tom Fletcher, y el jefe de las nuevas autoridades en Siria, Ahmed Al-Sharaa.
Según el texto, las actuales autoridades se comprometieron a “proteger a los civiles, incluidos los trabajadores humanitarios”, gesto acogido con agrado por el máximo responsable de Naciones Unidas.
Asimismo, se estableció un acuerdo para conceder pleno acceso humanitario a través de todos los cruces fronterizos; agilizar los permisos y visados para los trabajadores humanitarios y garantizar la continuidad de los servicios gubernamentales esenciales.
En la misma jornada, la prensa local siria informó de un encuentro en Damasco entre Al-Sharaa –dirigente del otrora Frente Al-Nousra–, y el enviado de las Naciones Unidas para el país, Geir Pedersen.
Al-Sharaa pidió reconsiderar y actualizar la Resolución 2254 ante los cambios ocurridos en el escenario político, y para que la misma se adapte a la nueva realidad, según reportes de la televisión nacional.
La normativa, aprobada en 2015 por el Consejo de Seguridad de la ONU, estableció una hoja de ruta para un acuerdo político en Siria, y también designó al Frente Al-Nousra como terrorista.
Tras el derrocamiento del exmandatario Bashar al-Assad por las fuerzas lideradas por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham, la ONU llamó al diálogo y la inclusión en la nación árabe.
A la par, el organismo alertó por los movimientos de Israel en la denominada área de amortiguación del Golán sirio.
Una nota de prensa de la Misión de Naciones Unidas en esa área (Undof) rechazó días atrás “un aumento significativo en los movimientos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dentro del área de separación y a lo largo de la línea de alto el fuego, donde han estado construyendo obstáculos de contramovilidad desde julio de 2024”.
Las advertencias fueron compartidas por la Undof con sus homólogos israelíes al insistir en que se tratan de violaciones del Acuerdo de Desvinculación de 1974.
Es instrumento formó parte de los procesos políticos abiertos tras el fin de la guerra árabe-israelí y estipuló la creación de una zona desmilitarizada que, hasta ahora, ha estado bajo control de la Undof.
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