Ese es el camino, ya que “vivimos en una época de gran incertidumbre en el frente internacional”, afirmó el jefe de Estado italiano en un discurso divulgado por la Presidencia de la República, pronunciado durante la conferencia sobre Estados Generales de la Diplomacia, que sesiona en esta capital.
En su intervención durante la sesión inaugural de ese evento de dos días, celebrada la víspera en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mattarella subrayó que vivimos en un mundo “marcado por la proliferación de conflictos, por una carrera hacia la fragmentación, incluida la fragmentación económica”.
Nos enfrentamos “a la paradoja de una sociedad global cada vez más interconectada e interdependiente que atraviesa una fase en la que las sirenas del sectarismo nacionalista, étnico, cuando no arbitrariamente religioso, aparecen de nuevo, con recetas rancias”, mientras “las instituciones multilaterales luchan por actuar con eficacia”, afirmó.
En esa cita, que reúne a más de 150 embajadores italianos, así como a ministros de esta nación y personalidades internacionales, el presidente se refirió a graves conflictos como los que tienen lugar en Ucrania y Medio Oriente, los cuales afectan la seguridad y estabilidad mundial.
El mandatario italiano expresó que el alto el fuego en el Líbano, el cual “nunca se implementó por completo”, creó esperanzas de un cese al fuego en Gaza, donde como resultado de los ataques de Israel murieron ya más de 44 mil palestinos, y la población enfrenta una grave crisis humanitaria.
“Necesitamos poner fin al sufrimiento inhumano de la población civil de la Franja y garantizar que llegue ayuda inmediata”, enfatizó, y aseveró que “respecto a Palestina, hay que reiterar firmemente que, para la República Italiana, la auténtica perspectiva de futuro reside en la solución de dos Estados”.
Por otra parte, en cuanto al conflicto en Ucrania, reafirmó la posición del gobierno italiano de apoyar política, militar y económicamente a Kiev, a la vez que insistió en la necesidad de lograr la paz, un esfuerzo que “requiere la contribución de todos, especialmente de las potencias globales”.
Sobre la actual situación en Siria, tras el derrocamiento del presidente Bashar al-Ássad, el líder italiano manifestó que “con similar tenacidad será necesario acompañar la definición del Estado que surgirá” en ese país, tanto desde el punto de vista político como en lo que respecta a las consecuencias humanitarias.
Alertó además sobre “operadores internacionales liberados de cualquier patria, cuyo poder financiero supera hoy al de los Estados medianos, y cuya gestión de los servicios esenciales roza a menudo una condición monopolística”.
En este contexto, “renovar la confianza en la diplomacia y en el alto profesionalismo diplomático no es un ejercicio elogioso de buenos modales, sino un llamado a la responsabilidad”, agregó Mattarella.
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