Según el comunicado oficial, el hallazgo fue posible por estudios genéticos realizados este año por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Panamá y la Fundación de Antropología Forense de Guatemala.
De acuerdo con la comisión, están a la espera del informe de identificación de otros cuatro casos, cuyos resultados se entregarán en los próximos días.
Este avance se suma a una identificación lograda previamente en 2023, lo que refleja el trabajo continuo de ambas instituciones en la búsqueda de justicia y verdad.
En virtud de los resultados, el pasado 4 de diciembre, mediante resolución del Ministerio Público, se dispuso la entrega de los restos de las víctimas a sus familiares.
A pesar de los avances, los expertos enfrentan grandes retos, especialmente en el análisis de restos deteriorados o calcinados.
La Comisión 20 de Diciembre de 1989 continúa impulsando la investigación para determinar el paradero de al menos 23 personas reportadas como desaparecidas y resolver 10 casos de cuerpos inhumados desconocidos que son consecuencia directa de la invasión estadounidense.
Desde 2020, se han realizado exhumaciones en el Cementerio Jardín de Paz, y en 2021, en Monte Esperanza, Colón, como parte de los esfuerzos para dar respuestas a las familias.
Hasta la fecha, las familias de las víctimas han aportado 105 muestras de ADN, que han sido utilizadas para la creación de una base de perfiles genéticos.
Para los familiares de las víctimas y el país istmeño en su conjunto, estas tareas tienen una importancia trascendental, pues la identificación de los restos no solo proporciona cierre y paz a los seres queridos, sino que también refuerza el compromiso de Panamá con los derechos humanos y la memoria histórica.
De acuerdo con datos de instituciones públicas y la Iglesia católica poco más de 600 personas perdieron la vida en la invasión, además de otras desaparecidas y más de dos mil recibieron heridas, pero el grupo que investiga los hechos estima en más de cuatro mil las víctimas mortales.
En 2021, el Gobierno de turno decretó el 20 de diciembre Día de Duelo Nacional, y estableció que la bandera del país istmeño deberá ondear a media asta, aunque la jornada no prevé el cierre de oficinas públicas ni privadas.
Este año se cumplen 35 años en que Panamá fuera laboratorio de la más alta tecnología de guerra diseñada por los Estados Unidos.
La denominada Causa Justa, cuyos objetivos expuestos eran acabar con la supuesta dictadura y capturar al exgeneral Manuel Antonio Noriega, restaurar la democracia y dar bienestar al pueblo, en realidad trajo la muerte, sobre todo en barrios humildes como El Chorrillo, en esta capital.
Además de las pérdidas humanas, la agresión ocasionó la destrucción de gran parte de la infraestructura del istmo, dejando a miles de personas sin hogar.
Entonces las tropas norteamericanas no hicieron el menor esfuerzo por limitarse a blancos militares, y evitar daños a las vidas y bienes de la población civil.
rc/ga