“La Policía Boliviana siempre ha demostrado su profesionalismo y capacitación en todas las tareas que se le han encomendado, y creemos que tiene todas las aptitudes y capacidades necesarias para cumplir con su trabajo”, aseguró el titular de esa cartera, Eduardo del Castillo.
Añadió que, en consecuencia, “nunca ha dejado de cumplir su tarea y va a dar cumplimiento a todo lo que se le instruye» respecto al caso que involucra al primer exmandatario indígena de Bolivia.
La víspera, la fiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, confirmó que imputó formalmente al expresidente por el delito de trata de personas con el agravante de que, presuntamente, cometió ese delito cuando era mandatario.
Sostuvo también que figura como imputada en el expediente la madre de la presunta víctima, Idelsa Pozo Saavedra, e identificó a la entonces menor de edad como Cindy S.V.P.
Informó que la orden de aprehensión contra Morales fue emitida desde el 16 de octubre por no presentarse a declarar ante la denuncia en su contra por la supuesta relación que mantuvo en 2015 con una menor de edad, de la cual nació una niña, según expresó.
Por su parte, el fiscal general del Estado, Róger Mariaca, sostuvo que, ante la imputación oficial por trata y tráfico de personas en la Fiscalía Departamental de Tarija, se solicitará un semestre de detención preventiva contra Morales.
El exdignatario, en tanto, advirtió en sus redes sociales que se trata de un caso de persecución política.
“Denuncio al mundo que soy víctima de una brutal guerra jurídica (lawfare) ejecutada por el Gobierno de Luis Arce que se comprometió a entregarme como trofeo de guerra a Estados Unidos”, escribió.
Añadió que al “igual que muchos presidentes izquierdistas de América Latina, se inventan delitos en mi contra; no respetan los principios constitucionales de presunción de inocencia y debido proceso; me condenan y fusilan jurídica, política y mediáticamente (…)”.
Señala en el texto que el único delito que cometió es que, siendo el primer presidente indígena, logró un país con economía justa para el pueblo y una Bolivia Plurinacional con inclusión de los siempre excluidos.
Describe el exdignatario que no permitió la intromisión y abuso del imperio norteamericano y que expulsó al embajador de ese país y sus agencias a las que calificó de “saqueadoras y represoras.
Reiteró Morales que sufre desde hace tiempo un constante bombardeo de difamación e insultos, y añadió que el “Gobierno tiene un ejército de fiscales, jueces, policías y militares, que no solo buscan eliminarme política y moralmente, sino físicamente. Por eso intentaron envenenarme y matarme”.
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