Sentenciado en 2021 a tres años de prisión por el llamado «asunto de las escuchas», uno con internamiento, el otrora mandatario reclamó ante el tribunal de última instancia, que decidió que deberá portar un brazalete electrónico en el año de castigo, ya que los otros dos ya habían sido suspendidos.
La justicia francesa también dictó en el pasado una condena por el mismo caso para Thierry Herzog, abogado del ex jefe de Estado de derecha, y el alto magistrado Gilbert Azibert.
El asunto data del 2013, cuando en el contexto de investigaciones por financiamiento ilegal de su campaña presidencial del 2007, la justicia ordenó seguir las conversaciones de Sarkozy, lo cual reveló la existencia de una línea secreta utilizada para comunicarse con Herzog.
Según el expediente, el exmandatario intentaba obtener a través del juez Azibert información sobre otra causa por financiamiento de su campaña, pero de 2012, a cambio de un ascenso para el magistrado.
Sarkozy no podrá presentarse a elecciones durante tres años, a partir de la suspensión de sus derechos cívicos. Los abogados del nativo de París de 69 años, retirado de la política desde su derrota en las primarias de la derecha en 2016, confirmaron a la agencia AFP que si bien acatará la sentencia, apelará en las próximas semanas a la Corte Europea de los Derechos Humanos.
Todavía queda pendiente para el exmandatario el juicio, a principios del 2025, por el financiamiento ilegal de su campaña presidencial del 2007.
Sarkozy se convirtió en el primer político de su rango en enfrentar la justicia de manera física durante la V República, ya que el jefe de Estado entre 1995 y 2007, Jacques Chirac, fue procesado y condenado en 2011 por empleos ficticios, aunque por razones de salud nunca estuvo en la corte.
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