El organismo destinará el financiamiento a demarcaciones como Bekaa, Baalbek-Hermel y los suburbios del sur de la capital, según confirmó a la prensa Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
La respuesta resulta esencial, en particular para las personas desplazadas por el conflicto que estalló en septiembre entre Israel y el grupos Hezbolá y concluyó tras pactar un alto al fuego semanas atrás.
El vocero del organismo aseguró que, como resultado de ello y de los recientes acontecimientos en la vecina Siria, continúan los movimientos transfronterizos inversos entre ambos países.
De acuerdo con estimaciones de las autoridades, alrededor de 85 mil personas, tanto libanesas como sirias, han cruzado la frontera desde el 16 de diciembre.
“Seguiremos prestando apoyo a las personas desplazadas en las comunidades de acogida, así como a las que regresan a sus hogares”, enfatizó Dujarric.
Como parte de la ayuda, la ONU entregó en los últimos días suministros médicos a los hospitales de las provincias de Baalbeck-Hermel y Nabatieh, destinadas a los centros sanitarios locales y atender las necesidades médicas urgentes.
Asimismo, agencias como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia respaldan a las autoridades locales para preparar las escuelas para el regreso de los niños a clase.
Más de 800 escuelas públicas ya reabrieron para recibir a los estudiantes luego de que muchas fueran empleadas como refugios en los últimos meses, precisó el portavoz.
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