En su comentario sobre el asalto a la sede de la Arquidiócesis de Greco-ortodoxos en la provincia central de Hama y la destrucción de los cementerios de los cristianos en la ciudad de Mahrda, la policía de la nueva autoridad afirmó que tales incidentes son absolutamente inaceptables.
Hemos tomado inmediatamente las medidas necesarias y los perpetradores fueron arrestados, y hemos establecido un diálogo con la Arquidiócesis para asegurarle que tales acciones no se repetirán, afirmó la comandancia de la policía en un comunicado.
Otros incidentes sectarios ocurrieron en las provincias costeras de Tartous y Latakia, donde habita la minoría musulmana alawí, y las autoridades ahí aseguraron que tomarán todas las medidas para impedir tales incidentes ofensivos y violentos.
Asimismo, se reportaron acciones de asesinato y abuso contra ex militares mientras se dirigían a los centros de indulto en la provincia de Homs y en la localidad de Suqelbieh.
Mediante varios comunicados difundidos en las redes sociales, instituciones y figuras populares pidieron evitar y criminalizar cualquier discurso que llame a la discordia y el odio, e instaron a preservar el tejido y la cohesión entre los diferentes componentes del pueblo sirio.
Las nuevas autoridades en Siria aseguraron que tales crímenes son individuales y no representan su política ni su enofoque que prtende preservar la unidad nacional.
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