Varias medidas adoptadas antes del impacto del meteoro, unido a la eficacia de acciones desarrolladas después de su paso, propiciaron la celeridad del proceso recuperativo, aseguró el dirigente en una comparecencia ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento).
Han sido determinantes estas jornadas, el esfuerzo del gobierno nacional y la colaboración de diversos organismos y provincias, dijo al presentar el informe acerca de la recuperación ante los daños provocados por el evento hidrometeorológico.
Artemisa fue uno de los territorios más afectados por el huracán Rafael, que el último 6 de noviembre golpeó el oeste de la nación antillana con categoría tres en la escala Saffir Simpson (vientos de más de 178 kilómetros por hora).
En la segunda jornada del Cuarto Período Ordinario de Sesiones del Parlamento, en su Décima Legislatura, Concepción notificó cómo marchan las acciones para restablecer completamente el abasto de agua y el servicio de electricidad, además de la recuperación agropecuaria.
De manera particular, subrayó que la respuesta a los daños causados por Rafael en el fondo habitacional de la provincia demorará más que las restauraciones en otros sectores.
“La infraestructura de la vivienda es la que más tiempo requiere para su recuperación, porque fue afectado hasta el 12 por ciento de los hogares del territorio”, afirmó.
“Fueron más de 20 mil afectaciones, de ellas más de 14 mil derrumbes parciales de techo”, detalló.
Añadió que las acciones están orientados a construir todas las afectaciones parciales y totales de techo antes del período de lluvia de 2025.
Destacó, igualmente, que los servicios de salud pública no fueron interrumpidos y que el curso escolar pudo reiniciarse apenas 12 días después del impacto del fenómeno natural.
De acuerdo con informes oficiales, el huracán Rafael afectó en Artemisa todos los bancos de transformadores de energía y 34 obras de la infraestructura de servicios de abasto de agua, en los 11 municipios del territorio.
Asimismo, fueron afectadas 50 instituciones culturales, 49 instalaciones para la práctica de deportes, 228 instituciones educativas y 119 del sistema sanitario, además de 16 mil 99 hectáreas dedicadas a diferentes cultivos.
También sufrieron cuantiosos perjuicios el sistema agropecuario, la telefonía y las redes eléctrica y vial, entre otras estructuras y sectores.
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