La nave cubría la ruta Kuala Lumpur-Beijing, el 8 de marzo de 2014, cuando los radares dejaron de visibilizarla y el hecho se transformó en un misterio. A bordo viajaban 239 personas, la mayoría ciudadanos chinos.
El ministro malasio de Transporte, Anthony Loke, consideró la propuesta de la compañía británica digna de un examen más a fondo por el gobierno y estimó que podría llegarse a un acuerdo a principios de 2025.
Además, subrayó que la pesquisa no tendrá costo alguno para Malasia, a menos que se encuentre la aeronave, de fabricación estadounidense.
Ocean Infinity, especializada en la exploración del fondo marino, ya realizó una operación de búsqueda en el sur del océano Índico en 2017, que concluyó sin éxito al año siguiente.
La nueva propuesta surge del último análisis de datos y contempla la exploración de unos 15 mil kilómetros cuadrados.
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