Tal decisión representa una pérdida significativa para el país, ya que la iniciativa podría generar ganancias y empleo, apuntó.
Se trata de la construcción de una planta en Paysandú, al oeste, con la participación de la empresa internacional HIF Global, y una inversión estimada en seis mil millones de dólares.
Cardona sostuvo que el gobierno debería haber explorado más a fondo las oportunidades que ofrece el hidrógeno verde en lugar de descartarlas.
El Poder Ejecutivo determinó que la inversión quede en manos privadas, lo cual provocó la renuncia la víspera del presidente de la estatal empresa de combustibles, Ancap, Alejandro Stipanicic.
En febrero último Stipanicic, el secretario de Presidencia Rodrigo Ferrés y el canciller Omar Paganini, entre otras altas autoridades, firmaron con HIF Global el memorando de entendimiento sobre el proyecto que busca producir en el país combustibles sintéticos a partir de energías renovables.
Para los trabajadores de Ancap, el Estado debería tener una participación mayoritaria en el proyecto de hidrógeno verde, dijo el presidente del sindicato, Manuel Colina.
Colina sostuvo que desde la Federación de Funcionarios de Ancap (Fancap) “no hemos tenido los ámbitos de discusión, pero tenemos una posición que es que un emprendimiento de ese tipo va a implicar bienes naturales de todos los uruguayos.
Una implicancia de ese tipo y un uso de esos recursos de esa forma, necesita la participación del Estado, si es posible de forma mayoritaria, sostuvo.
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