Entre agosto y noviembre de 2024 cientos de casas, escuelas y miles de hectáreas de campos fueron destruidas por las aguas, en particular en las jefaturas de Wagongo en el territorio de Mahagi; Bahema Banywagi en el territorio de Djugu, y Walendu Bindi en el territorio de Irumu. El Servicio de Protección Civil refirió que estas inundaciones se deben a la subida de las aguas del lago Alberto tras las fuertes lluvias que caen periódicamente en estas zonas, un fenómeno que genera aún mayor vulnerabilidad en las comunidades locales.
Ituri es una de las provincias afectadas por la violencia de grupos armados en la RDC, por lo que con frecuencia se generan desplazamientos de personas, y miles permanecen en sitios de refugio con pésimas condiciones de alimentación y habitación.
A esto se suman las inundaciones, que además de destruir las viviendas de la población, destruyen los cultivos propiciando una mayor inseguridad alimentaria en una región con mucha precariedad en este ámbito, así como dificultan el acceso a la educación y las instituciones sanitarias.
El Servicio de Protección Civil pidió al Gobierno evaluar la situación y tomar medidas preventivas que permitan una respuesta duradera a un asunto que es cíclico.
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