Según un comunicado de la Cancillería, durante la reunión el jefe diplomático dijo que esa y otras actividades de Caracas en la zona bajo cotroversia, violan la soberanía de Guyana y también las leyes internacionales que exigen un cese tanto del despliegue de personal como de las instalaciones y equipos venezolanos.
Remarcó el cumplimiento de Georgetown del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el diferendo fronterizo, emitido hace un año y que llama a ambos países a abstenerse de proceder con acciones que agraven la situación.
Aparte, el presidente guyanés, Irfaan Ali, dio órdenes a la Cancillería de notificar por escrito a la CIJ, a los socios internacionales y a otras naciones de la zona sobre la condena a la construcción por parte del Ejército de Venezuela de un puente para comunicar tierra firme con la remota isla fluvial de Anacoco.
Igualmente, reiteró el apego a la diplomacia como el elemento principal de la estrategia nacional de defensa ante lo que consideró “amenazas a la integridad territorial y la soberanía” del país.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, dijo que la estructura sustituye a una provisional erigida hace un año, no se trata de una ocupación militar del espacio y el objetivo es impulsar el desarrollo nacional, pues de conjunto se inauguró una escuela rural y un dispensario.
La isla tiene siete kilómetros cuadrados en el río Cuyuní y las fuerzas armadas de la República Bolivariana tienen presencia en ella desde 1966.
Los dos Estados desde hace más de un siglo mantienen diferencias por el Esequibo, un área de alrededor de 160 mil kilómetros cuadrados, y a finales de 2023 la polémica se agudizó con denuncias de la República Bolivariana respecto a licitaciones a transnacionales petroleras en aguas no delimitadas.
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