De acuerdo con las denuncias de los residentes locales, los militares sionistas, apoyados por tanques, blindados y topadoras, ingresaron en los poblados de Jamla y Maaraba en Deraa.
Esto ocurre un día después de que las tropas de Tel Aviv hicieran algo similar en las aldeas de Mazraat Beit Jinn y Mughr Al-Mir, en el extremo sudoeste de la provincia de Damasco-Campo.
Como reacción a esta invasión, los residentes de la zona salieron a la calle en una manifestación de rechazo al ocupante, donde izaron banderas nacionales y corearon el lema “Váyase, Israel”.
Durante la protesta, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra la multitud desde los picos de las colinas donde estaban posicionados, hiriendo a una persona con un disparo en la pierna.
Imágenes difundidas en las redes sociales mostraron a un joven que está siendo baleado por protestar y acercarse a una posición israelí.
El ejército de ocupación reconoció, en un comunicado, que abrió fuego contra los manifestantes.
Tras el derrocamiento del gobierno de Bashar Al-Assad el día 8 de este mes, Israel intensificó sus ataques aéreos para destruir la infraestructura militar y las restantes instalaciones del ejército sirio, así como amplió su ocupación del Golán.
Asimismo, el gobierno sionista anunció el colapso del acuerdo de separación de fuerzas de 1974 con Siria y ocupó la zona desmilitarizada de amortiguación de los Altos del Golán, así como el Monte Hermón, y luego, su ejército penetró en las zonas rurales de Deraa y Quneitra.
El día 8 de diciembre, las agrupaciones islamistas de la oposición tomaron el control de Damasco tras la retirada de las fuerzas sirias, mientras Al-Assad salió hacia Rusia, que le concedió “asilo humanitario”, poniendo fin a 61 años de gobierno del Partido Baath.
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