El proyecto de ley pasó en la Cámara de Representantes la noche del viernes y entrada la madrugada del sábado fue votado en el Senado, que lo envió de inmediato la víspera al escritorio del presidente Joe Biden para su firma.
«Este acuerdo representa un compromiso, lo que significa que ninguna de las partes obtuvo todo lo que quería. Pero rechaza la vía acelerada hacia un recorte de impuestos para los multimillonarios que buscaban los republicanos, y garantiza que el gobierno pueda seguir operando a plena capacidad», dijo Biden.
Un acuerdo bipartidista inicial, que permitiría mantener el funcionamiento del Gobierno, fue frustrado previamente por el presidente electo Donald Trump y su aliado Elon Musk, lo cual llevó a renegociar un plan B y hasta un plan C, que fue el último esfuerzo por impedir que al término de la fecha límite del 20 de diciembre el gobierno federal se quedara sin fondos para seguir operando.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump presidió el cierre de Gobierno más largo en cuatro décadas. Un impasse que comenzó el 22 de diciembre de 2018, justo antes de la Navidad, y se extendió por 35 días.
El apagón gubernamental terminó el 25 de enero de 2019, cuando el gobernante acordó una medida de financiación temporal que no incluía miles de millones de dólares para un muro fronterizo.
En la semana que concluyó también captó la atención mediática el nuevo tiroteo en una escuela del país, esta vez en Madison, Wisconsin, donde una maestra y una estudiante perdieron la vida durante un tiroteo que dejó otros seis heridos, dos de ellos graves. La autora de la matanza fue una adolescente de 15 años que después se suicidó.
“Necesitamos que el Congreso actúe. Ahora”, expresó Biden cuando conoció de la tragedia.
Es inaceptable que no podamos proteger a nuestros niños de este flagelo de la violencia con armas de fuego, subrayó el mandatario.
«Los niños merecen sentirse seguros en su salón de clases. Los estudiantes de todo nuestro país deberían estar aprendiendo a leer y escribir, no tener que aprender a agacharse y cubrirse”, añadió.
Con más de 390 millones de armas de fuego en manos de civiles, Estados Unidos cuenta más artefactos letales de ese tipo que habitantes, un pésimo récord.
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