La Organización no Gubernamental pidió en un comunicado la intervención de la Relatora Especial sobre el Derecho a la Salud, Tlaleng Mofokeng.
Alertó sobre la situación en el enclave costero, en especial en el norte a raíz de una ofensiva castrense iniciada hace más de dos meses, que provocó una grave crisis humanitaria allí. La Fundación resaltó que aunque el sistema hospitalario en Gaza está en crisis por la guerra, la situación empeoró en la región septentrional por las incursiones del Ejército contra los hospitales Indonesio, Al-Awda y Kamal Adwan.
Esta política deliberada de limpieza étnica y desplazamiento forzado de población se realiza de forma abierta sin una reacción internacional, subrayó.
Las agresiones directas contra centros de salud y trabajadores del sector constituyen un crimen de guerra, según la Corte Penal Internacional, recordó.
El mundo debe asumir sus responsabilidades jurídicas y humanitarias de proteger el derecho a la salud, presionar a las fuerzas israelíes para que levanten el asedio a los hospitales y garantizar los suministros médicos necesarios, expresó.
jcm/rob