Debido a numerosas afectaciones estructurales a lo largo del país, el gobierno determinó mantener cerrado el aeropuerto de Port Vila para los vuelos regulares, con el propósito de facilitar el acceso solo de aeronaves de asistencia humanitaria.
Al menos 14 personas murieron a causa del sismo y la cifra de heridos supera los 200, según la Oficina de Gestión de Desastres del país oceánico, aun en estado de emergencia pues las réplicas siguen siendo frecuentes y perceptibles.
El más reciente movimiento telúrico registrado aconteció el sábado con una magnitud de 6,1, lo cual mantiene a la población del archipiélago asustada.
La ciudad con mayores afectaciones hace casi una semana fue esta capital, donde se produjeron deslizamientos de tierra y una decena de edificios reportaron daños estructurales, entre ellos, los de las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda.
El mal estado del hospital principal de Port Vila, motivó a su personal a desplegar tiendas de campaña afuera de la instalación, a fin de cumplir con el deber de atender a los pacientes en medio de la emergencia.
Las telecomunicaciones quedaron interrumpidas en parte del archipiélago y los pobladores lidian con la destrucción total o parcial de varias carreteras y puentes.
Vanuatu se ubica en una zona cercana al llamado Anillo de Fuego del Pacífico y tiene una población estimada de aproximadamente 300 mil habitantes.
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