Durante la ceremonia, celebrada en el capitalino Palacio de Convenciones, fue recordado el legado del líder histórico Fidel Castro, quien diseñó y dirigió la política exterior cubana, así como la huella indeleble del canciller de la Dignidad, Raúl Roa García.
Al intervenir brevemente, Raúl Castro resaltó la labor del Ministerio y lo exhortó a seguir combatiendo «como hasta ahora, o sea, bien», según informó el diario Granma.
Por su parte, el jefe de Estado cubano instó a los diplomáticos a robustecer su fibra ideológica, su modestia y probidad, austeridad y lealtad al pueblo trabajador.
Díaz-Canel se refirió a la importancia de fortalecer la capacidad de análisis, fomentar el estudio del Derecho Internacional, así como comprender y defender, con convicción, los principios sobre los que descansan la política de la Revolución cubana y la causa del socialismo.
El mandatario resaltó el prestigio que goza el país caribeño en la arena internacional, condenó el genocidio de Israel contra Palestina, y ratificó su confianza en la diplomacia, basada en «una hoja de servicios meritoria y eficaz».
«No olviden jamás que representan a un pueblo bloqueado criminalmente por seis décadas, que ha sabido resistir, sin renunciar a crear un horizonte de esperanza para los desposeídos», subrayó.
Añadió, que para millones en el mundo, en especial los que luchan y sueñan con la justicia y la verdadera libertad de los pueblos, «que es, en definitiva, soñar y luchar por el mundo mejor posible, Cuba ha sido y sigue siendo referente de dignidad».
En la conmemoración, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, destacó la historia de compromiso del Minrex y agradeció el rechazo mundial al bloqueo económico impuesto a la isla por Estados Unidos y a la inclusión de Cuba en la unilateral lista de países que -según Washington- patrocinan el terrorismo.
Rodríguez también rindió homenaje a los mártires del servicio exterior y reiteró el compromiso activo de Cuba con la unidad e integración de América Latina y el Caribe.
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