El primer vicepresidente del parlamento del país caucásico y miembros del gobernante partido Sueño Georgiano, Georgiy Volsky, afirmaron que “todos los actos de indulto llevados a cabo por Zurabishvili durante su mandato como presidenta (desde 2018) plantean serias dudas en términos de integridad”.
Según las leyes de la nación, el uso por parte de un funcionario público de su cargo con fines personales o mercenarios se castiga con hasta cinco años de prisión, y si recibió un soborno, hasta 18 años.
Anteriormente, el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, no descartó un procesamiento penal contra Zurabishvili si se niega a abandonar su residencia después de la toma de posesión del nuevo presidente, Mijail Kavelashvili, el 29 de diciembre.
Zurabishvili, por su parte, en un mitin contra el gobierno amenazó este martes con derrocar al partido en el poder Sueño Georgiano y a convocar a nuevos comicios parlamentarios, algo que por la constitución no le está permitido al mandatario.
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