Acompañado por el secretario de Organización del Partido Comunista de Cuba (PCC), Roberto Morales, el mandatario dialogó con protagonistas de aquel suceso y con habitantes de la zona.
«Estar con ustedes hoy nos da una energía tremenda para seguir luchando por la Patria, por la Revolución y por el socialismo», les dijo.
Junto a hijos de carboneros, el jefe de Estado rememoró la noche en que Fidel Castro, «quien ese día trabajaba en la Ciénaga de Zapata, decidió cenar con los más humillados hasta entonces, señal de la Revolución que nacía con los humildes y para los humildes», según reseñó la Presidencia de la República en X.
Díaz-Canel recorrió además dos bohíos que recuerdan las penosas condiciones en que se vivía en la Ciénaga antes del triunfo revolucionario, y una biblioteca, que forman parte del memorial rescatado por el artista Kcho.
Sobre la cena de Fidel Castro con los carboneros, el presidente resaltó que con ella se demostraba «que en lo de adelante en Cuba todos seríamos iguales, con los mismos derechos y con las mismas oportunidades para aportar».
Dos años después, apuntó, «en abril de 1961, en Girón, se asestaba la primera derrota del imperialismo en América, defendiendo la Revolución. ¡Patria o muerte, venceremos!».
Expresó sentirse muy emocionado de conocer a personas honradas, laboriosas, amables, que ratifican las convicciones de Cuba.
Ustedes, dijo a los habitantes de la zona conocida como Sopillar, son parte del heroísmo del pueblo cubano.
Previamente, el jefe de Estado visitó en la Ciénaga la sede del Conjunto Artístico Comunitario Korimakao, asentado en la comunidad Pálpite, fundado por el comandante Faustino Pérez y el actor Manuel Porto.
«Esta era una visita que le debíamos a Porto», comentó el dignatario, quien recordó que en los años 90, cuando era el primer secretario del Comité Provincial del PCC en Villa Clara, el Korimakao hacía presentaciones en barrios de Santa Clara, y que tenían una gran aceptación.
El presidente cubano elogió el desarrollo que mantiene la compañía a pesar de las dificultades que vive el país y destacó su permanente trabajo con la comunidad.
Conocida como la Nochebuena de la Libertad, la primera luego del triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, la celebró el líder Fidel Castro junto a carboneros de la Ciénaga de Zapata, en el centro sur del país.
Cuba tenía sobrados motivos para la celebración, tras la derrota de la sangrienta tiranía de Fulgencio Batista.
También porque en apenas 12 meses la Revolución cubana había adoptado medidas transformadoras, en beneficio de la mayoría del pueblo.
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