Más de una veintena de seguidores del llamado equipo carbonero fueron apresados por la policía de Río de Janeiro en octubre, por incidentes ocurridos en la previa del partido de su equipo Peñarol contra Botafogo, en la semifinal de la Copa Libertadores.
Actualmente dos personas continúan detenidas en el carioca Penitenciario Bangú.
Otras 20 fueron excarceladas pero tienen prohibición de salir de Brasil y están bajo monitoreo electrónico hasta que la Justicia determine sentencia definitiva en sus casos.
El único de los detenidos que regresó a Uruguay fue un menor de edad.
Los familiares de los detenidos solicitaron a las autoridades una «reunión urgente» para abordar una situación que consideran tiene «una dimensión humanitaria que obliga soberanamente al involucramiento del Estado uruguayo, especialmente sus resortes diplomáticos», señala una carta divulgada aquí.
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