La zona más afectada por los vientos de hasta 260 kilñómetros del fenómeno atmosférico, fue el septentrión mozambiqueño, las provincias de Nampula, Niassa y Cabo Delgado.
Acorde con el reporte del Instituto Nacional para la Administración de Crisis difundido a través de las redes sociales las muertes suman 120 y los heridos unos 870, la mayoría de los decesos, 110, en Cabo Delgado, en la cual opera un grupo armado islamista.
A esas cifras se suman 680 mil damnificados, la destrucción de 150 mil viviendas y de unos 50 centros de salud.
La violencia de Chido y las conmovedoras estadísticas mozambiqueñas, al igual que las de Mayotte, territorio francés de Ultramar, no son extrañas a los países del océano Índico, en los cuales no pasa temporada ciclónica sin que uno de esos monstruos azote uno o más países y dejan un rastro de muerte y destrucción.
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