Según explicó la presidenta de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU), Norma Goicochea, “grupos, actores sociales, redes y movimientos” civiles locales rubricaron una carta con esas demandas, dirigida al presidente estadounidense, Joseph Biden.
Entre las organizaciones signatarias del documento aparecen el Consejo de Iglesias de Cuba, la Sociedad Cultural José Martí, la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, el Centro Memorial Martin Luther King, la Fundación Nicolás Guillén y la Unión Árabe de Cuba.
También la refrendaron el Movimiento Estudiantil Cristiano, la Sociedad Cubana de Cardiología, la Red de mujeres lesbianas y bisexuales, la Articulación Afro feminista, los proyectos La Granjita Feliz, Palomas, Ángeles de la noche y Turbante, entre otras, hasta llegar a 130 agrupaciones.
En conferencia de prensa, Goicochea aseguró que una representación de las sociedades que firmaron el texto solicitó entregar la misiva en la embajada norteamericana en La Habana, “pero no recibió respuesta” de la misión diplomática.
“Sin embargo, nosotros la enviamos también a amigos en Estados Unidos y tenemos la constancia de que ya llegó a manos del presidente Biden”, aseveró.
La titular de la ACNU comentó que la petición, “fechada el 8 de noviembre último”, es pertinente expresarla a pocos días de finalizar la administración de Biden, porque “el presidente tiene un grupo de prerrogativas” para disminuir la severidad de las sanciones contra la isla.
Donald Trump incluyó a nuestro país en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo nueve días antes de salir de la Casa Blanca, rememoró, e insistió en que Biden puede y debe excluir a Cuba de esa clasificación.
“Derogar la política de bloqueo, detener todas las demás sanciones y quitar a Cuba de esa espuria lista será una decisión justa, correcta, humana”, subrayó.
A la conferencia concurrieron representantes de varias organizaciones civiles, quienes reseñaron los perjuicios de las sanciones gubernamentales norteamericanas al sistema de salud, las mujeres, las personas con discapacidad, los emprendedores, los proyectos comunitarios y el desarrollo cultural de los jóvenes.
Concordaron, asimismo, en que el bloqueo económico, comercial y financiero, además de guerra económica, es una política genocida, y consideraron ilegítima la inclusión de Cuba entre los patrocinadores del terrorismo.
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