El exmandatario, de 89 años, se recupera en una clínica de esta capital, donde permanecerá durante el fin de semana para evaluar su estado, según dijo su médica personal, Raquel Pannone.
Al exjefe de Estado se le colocó la víspera un stent (prótesis) para ensanchar el esófago y facilitar así la ingesta de comida y líquidos.
El procedimiento fue «excelentemente realizado», aseguró la doctora, quien encomió al equipo de endoscopistas y anestesistas que asistió a Mujica.
Pepe, como le llaman, «está calmado y sentado en la cama», dijo Pannone.
El exgobernante, de alta ascendencia en su país, enfrenta secuelas de un tratamiento de radioterapia para tratar un cáncer de esófago que se le diagnosticó en abril.
Mujica padece desde entonces obstrucción esofagal que le impide alimentarse e hidratarse con normalidad, además de sufrir dolores.
Según la doctora, el paciente podrá regresar a su chacra en las afueras de esta capital el domingo, aunque ello dependerá de su evolución.
El gastroenterólogo y endoscopista, Nicolás González, explicó a la prensa que se trata de una prótesis muy flexible, cubierta de plástico para que tenga mayor durabilidad.
Se coloca por vía endoscópica, a través del esófago y «bajo control imagenológico».
El paciente suele estar bajo anestesia general y el stent se coloca en el sitio donde está la obstrucción que impide el paso de bebidas y alimentos, apuntó el experto.
Una vez situada la prótesis en ese sector, se expande y permite que pueda pasar la comida al estómago, explicó González.
Subrayó que el procedimiento no lleva «ningún corte por fuera» pues toda la intervención es «por vía interna».
El especialista dijo que Mujica podría comenzar con la alimentación de manera progresiva y calificó el proceso de «muy seguro».
La víspera la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, calificó a José Mujica de humanista cuyas utopías resultan muy necesarias para los retos del mundo actual.
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